Introducción de la sonda.
- Colóquese la persona en posición de Fowler a menos de que exista alguna contraindicación. Manténgase en esta posición hasta unas horas después de la ingesta para evitar la regurgitación y la aspiración de contenido del estómago.
- En los adultos mídase la distancia entre el puente de la nariz y el lóbulo de la oreja más la distancia desde el lóbulo de la oreja al extremo del apéndice xifoides, y márquese en la sonda. En los niños mídase la distancia desde el lóbulo de la oreja hasta el punto intermedio entre el apéndice xifoides y el ombligo.
- Debe elegirse la fosa nasal que presente mayor permeabilidad al paso de aire.Cúrvese el extremo de la sonda, enroscándola alrededor de un dedo. La sonda debe lubricarse. Insértese la sonda con la cabeza de la persona echada hacia atrás, intentando apuntar con la sonda hacia abajo y hacia la oreja. Una vez que la sonda haya pasado la parte posterior de la nasofaringe (en la que puede encontrar una ligera resistencia), hágase una pausa. Indíquese a la persona que eche la cabeza hacia delante, rótese la sonda unos 180° y procédase a su avance, introduciéndola en dirección al esófago, mientras la persona traga pequeños sorbos de agua o sorbe aire a través de una cañita.
- Con la ayuda de una linterna, obsérvese la parte posterior de la garganta para ver si la sonda avanza correctamente. La aparición de molestias o resistencia durante la inserción puede indicar que la sonda se ha enrollado en la parte posterior de la faringe.
- Si la persona no puede hablar, presenta tos o cianosis durante la inserción de la sonda, es probable que ésta haya pasado a la tráquea. Retírese y vuélvase a intentar pasado un tiempo.
Comprobación de la situación de la sonda
en el estómago
- Tras la colocación, inmediatamente debe comprobarse si la sonda está en posición; lo mismo debe hacerse siempre antes de administrar alimentación y/o medicación.
1. Se inyecta aire mientras se ausculta el abdomen a la altura del estómago. Si la colocación de la sonda es correcta, se oirá un ruido similar a un burbujeo en dicha zona.
2. Aspírese el contenido del estómago. Si no se aspira nada y no hay otros signos que sugieran que la sonda está en el tracto respiratorio, aváncese la sonda un poco e inténtese aspirar de nuevo. Debe conseguirse la extracción de algo de líquido.
Fijación de la sonda
• Habitualmente se fija la sonda con esparadrapo; cogiendo una tira de unos 10 cm. De largo por 2,5 de ancho. Cortar, unos 4 cm perpendicularmente, un extremo de la tira hasta el centro. Colóquese el extremo no cortado del esparadrapo encima de la nariz. Entrecrúcense las tiras alrededor de la sonda y acabar por encima de la nariz.
• La fijación no ha de quedar tirante, para evitar la aparición de ulceras por presión en la nariz. Y con tal finalidad se debe proceder a a movilización, dos veces al día, del punto de fijación.
• En el mercado existen sistemas de fijación para sondas nasogástricas especialmente diseñados para personas con piel frágil y riesgo de pérdida de la integridad de la piel.
Extracción de la sonda
• Debe pinzarse la sonda para evitar la aspiración del líquido drenado.
La sonda nasogástrica se extrae de forma continua, con un movimiento moderadamente rápido, mientras la persona expulsa aire lentamente. Es probable que la persona tenga náuseas. Pue den ser útiles todas las
técnicas de respiración profunda.
• La sonda puede presentar mal olor. En dicho caso, enjuáguese la boca del paciente de inmediato.
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